lunes, 25 de abril de 2011

Enjuiciados oficiales por pistola Zamorana




Enjuiciados oficiales por pistola Zamorana

JORGE CHÁVEZ MORALES / jchavez@cadena-capriles.com



Ex presidente de Cavim deberá responder por malversación.

El proyecto de fabricación de la pistola Zamorana no sólo tuvo partida de nacimiento, sino también de defunción. Además, en su prematuro funeral, arrastró a sus padres putativos, quienes ahora enfrentan un juicio por la comisión de los presuntos delitos de dilapidación de fondos, inobservancia del proceso de compra, adquisición de géneros a sabiendas de que se encontraban dañados, abuso de autoridad y sustracción de fondos pertenecientes a la Fuerza Armada Nacional (FAN).



El 25 de enero de 2011, los fiscales militares capitán Rubén Madrid Contreras y el primer teniente Douglas Carrero Zambrano remitieron al mayor Alí Peñalver Vásquez, juez militar 2° de control, la acusación fiscal en contra del general de división Gustavo Ochoa Méndez, ex presidente de la CompañíaVenezolana de Industrias Militares (Cavim), por el presunto delito de dilapidación de fondos.


La acusación señala que el general Ochoa Méndez, “durante su gestión en el período de enero 2005 a julio 2008, con su conducta permitió la materialización de todas las irregularidades y de los presuntos delitos que perpetraron parte de su tren gerencial… al firmar y suscribir actos motivados donde avala la urgencia de comprometer y ejecutar pagos obviando procesos licitatorios, al no supervisa y verificar la correcta ejecución de los recursos financieros de los proyectos”.



Es decir, acusan al general Ochoa de haber cometido varios supuestos delitos durante la ejecución del proyecto de la pistola Zamorana, inclusive de haber regalado 120 de esas pistolas y también de contratar a dos de sus sobrinos a quienes les pagaba los viáticos en dólares.



La Fiscalía Militar señala que la empresa venezolana Los Checos, cuyo directivo es el ingeniero de nacionalidad checa Pavel Vañatko, presentó un proyecto para la fabricación de la pistola Zamorana que era inviable porque “no tenía asidero suficiente para su inicio, desarrollo y, por ende, consolidación”.



Checos cuestionados. “Nació con la intención de fabricar una pistola en el país sin ni siquiera haber sido patentada o registrada en el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual (Sapi). Además, el negocio de Los Checos era la promoción de espectáculos públicos y no de fabricación de armas”.



De igual manera, señalaron que Pavel Vañatko había presentado una propuesta similar en 2004 a nombre de la empresa Libra, la cual no fue aceptada. Sin embargo, un año después, el mismo dueño –pero con una compañía diferente – firmó el contrato con Cavim.



“Nunca se llevó a cabo la transferencia tecnológica como estaba estipulado en el acuerdo ni tampoco entregaron los planos de la pistola ni mucho menos transfirieron el know-how (saber realizar una actividad). Sencillamente se adquirió la pistola CZ-G2000, a la que le colocaron el nombre Zamorana; además, debían producir 7 mil armas al año, y en tres años sólo fabricaron 3.276.



Pavel Vañatko está imputado y la Fiscalía ha solicitado que se le prohíba la salida del país.



La investigación fue ordenada el 25 de febrero de 2009 por el ex ministro de Defensa, general en jefe Gustavo Reyes Rangel Briceño, mediante la orden N° MPPD/DS/2009/041, quien recibió una primera solicitud de averiguación del actual presidente de Cavim, general Aref Richani Jiménez.



Además del general Ochoa Méndez, quien se encuentra con una medida cautelar sustitutiva, también está incluido en esa acusación el teniente coronel (r) José Gustavo Arocha Pérez, quien es acusado de “haber ordenado pagos sin verificar la presencia de otras empresas en las distintas órdenes de compra”. La Fiscalía Militar también solicitó que se le prohíba la salida del país.



Capitán hasta el cuello


Otro de los acusados, y contra quien los fiscales han enfilado sus baterías es el capitán José Alexander Guerra Rodríguez, quien fue el gerente del proyecto de la pistola Zamorana, a quien acusan de dilapidar fondos, solicitar pagos y efectuar requerimientos de material de forma excesiva y no justificada, “adquisición de géneros a sabiendas que se encuentran dañados”, abuso de autoridad y sustracción de fondos pertenecientes a la FAN.



Según la acusación, el capitán Guerra compró resortes reactivos, percutores y correderas en número excesivo; que, además, no eran los solicitados ni estipulados en los planos; y que, en su mayoría, no servían porque estaban dañados o presentaban defectos de fábrica.



Ese capitán es acusado de haber ejercido coerción en contra de personal civil que trabajaba en la sección de Control de Calidad y que se negaba a darle el visto bueno a los materiales defectuosos, al cual habría amenazado constantemente con despedirlo.



A diferencia del general Ochoa y el coronel Arocha, el capitán Guerra ha sido acusado por el delito de sustracción de fondos pertenecientes a la FAN.



El capitán Alexis José Hércules Bello forma parte de esa causa, acusado de dilapidación de fondos por haber efectuado compras con un solo proveedor y de haber pagado estos repuestos a sabiendas de que se encontraban dañados.



La acusación fiscal especifica que Control de Calidad de Cavim le informó al capitán Hércules Bello que gran parte del material poseía demasiados detalles encuanto a la dureza, dimensiones, cotas y aún así permitió que pasaran sin informar a sus superiores, además de ordenar el pronto pago por los mismos.



Otro de los acusadores el también capitán (r) Igor Eduardo Nieto Buitrago,a quien la Fiscalía Militar responsabiliza por haber dado la buena pro a las empresas 357 SPA Club y Fratelli Tanfoglio, para la adquisición de más de 41.500 cargadores –cantidad “sobredimensionada” (porque la producción de pistolas en tres años no llegó a cuatro mil) – y de haberlas comprado a un solo proveedor.



Piezas malas


El 12 de marzo de 2009, la teniente Carmen Cecilia Plaza Zambrano, quien fue coordinadora general de Control de Calidad del proyecto, explicó en sus declaraciones que existían piezas malas y que la compañía Los Checos, contraparte de Cavim, insistía en que no se podían ensamblar pistolas porque las piezas no estaban conforme a los planos que ellos habían suministrado.



“Sin embargo, el capitán Guerra insistía en comprar piezas para la pistola como lo fue el resorte reactivo que se encontraba rechazado por el coordinador de Control de Calidad. En una oportunidad, dio la orden de recepción de 5 mil resortes reactivos, percutores que estaban rechazados, y ordené devolverlos a la empresa Covavenca que los había fabricado. Estos percutores fueron cancelados en su totalidad por Cavim y hasta la fecha la fábrica no ha repuesto las piezas por otras nuevas ni ha devuelto el dinero que se pagó por ellas”, declaró Plaza Zambrano.



La Fiscalía aún no maneja el monto que Cavim habría perdido en la ejecución de ese proyecto. Mientras, los acusados están a la espera de la primera audiencia del juicio, programada para el 26 de este mes; la nueva Policía Nacional espera por la importación de más de 20 mil pistolas para su parque que, inicialmente, habría sido cubierto con la fabricación de la pistola Zamorana si el proyecto hubiera continuado.



Laberinto general


JCH Caracas.


El general (r) Gustavo Ochoa Méndez se excusó por no poder hablar sobre la acusación de la Fiscalía Militar que interpuso en su contra, “porque estamos en un proceso de investigación y yo soy muy apegado a la ley”.



Sin embargo, defendió su gestión al frente de Cavim, explicando que encontró a la empresa con una deuda de $26 millones y que, cuando le entregó el cargo al general Aref Eduardo Richani Jiménez, lo hizo con cifras azules: “Tanto así que el actual titular compró pistolas fuera del país con los fondos que dejó mi gestión”.



Recordó que cuando asumió la dirección de la industria militar, “Cavim estaba paralizada desde hace 30 años atrás. En la Cuarta República había los perros de la guerra que se lucraban con las comisiones por la importación de armas, entre ellas, las pistolas. Nosotros queríamos y logramos quebrar eso”.



Explicó que, si se compraron las 41.500 cacerinas, eso significó –a la larga – un ahorro al país. “Si ahora quisiéramos comprar esos cargadores, nos costaría el doble; el país ahorró con esa compra. Además, si hubo algunas piezas malas, nosotros hacíamos los trabajos de ajuste y no hubo ningún tipo de rechazo de las piezas”, enfatizó.



Señaló que confía plenamente en la justicia y espera que, en este caso, funcione en el sistema.



CHECOS RESPONDONES


El abogado Julio César Terán, representante de Los Checos, explicó que en 2004 Libra no pudo contratar con Cavim porque no era una empresa nacional: “Se presentó un proyecto y no se pudo llegar a acuerdo alguno. Eso no tiene absolutamente nada que ver con hechos posteriores”. Aclaró que, en 2005, Pavel Vañatko –dueño de Los Checos– aumentó el capital y cambió el objeto a fin de poder troquelar, fabricar y manufacturar metales.



“La Fiscalía Militar en realidad cometió muchas ligerezas por decir lo menos. Ninguna empresa que tenga por objeto la fabricación, venta, asesoría o comercialización de armas de fuego puede ser registrada en Venezuela; por eso, el objeto no puede contener esos ítems”. Aseguró que, en el contrato suscrito con Cavim, no se estableció que Los Checos fabricarían o comercializarían armas, sino que ellos aportarían el knowhow y que cumplieron con el compromiso escrupulosamente: “En el contrato nunca se estableció que nos registraríamos ante el Sapi”.



Aceptó que sólo produjeron 3.600 pistolas en tres años, pese a que el acuerdo era que fabricarían 7.500 anualmente: “No olvidemos que partimos de cero y el primer año fue para implementar la tecnología y posteriormente la fábrica se paralizó varias veces, hubo escasez de material, tuvimos que preparar a las personas. Sólo el proceso de importar maquinarias, troqueles, así como importar mano de obra calificada, dura no menos de ocho meses”.



Aseguró que son dueños de la patente, que entregaron el know-how y que jamás tuvieron problemas con los planos: “Sí hubo problemas con las piezas terminadas en relación con nuestros planos, que eran diferentes a las requeridas. Además, entregamos los planos, porque si no, ¿cómo hubieran fabricado las pistolas?”.



Señaló que el costo de fabricación de una pistola Zamorana es de Bs. 1.500,00, frente a los 500 o 600 dólares que pagan por una importada. “Entre equipos, herramientas y pistolas entregadas a Los Checos se le adeuda más de 1 millón y medio de dólares.



Los primeros $200 mil del proyecto los puso Los Checos y todo funcionó normalmente. Además, tenemos decenas de oficios explicando que no compraran piezas defectuosas o que hicieran los pedidos donde nosotros los sugeríamos y nunca nos hicieron caso”, explicó. Pese a todos esos problemas, el abogado Terán considera que el proyecto todavía es realizable, ya que cuentan con inventario y sólo deben reanudar la cadena de producción. “Nuestros funcionarios deberían utilizar pistolas producidas por los venezolanos que, además, son de calidad y a eso deberíamos apuntar”, finalizó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La gstion del ex-Prsidente de la empresa G/D Ochoa Mendez, solo es un acto mas para tapar las corruptelas del actual presidente de la empresa, los trabajadores lo conocen y saben el apego institucional y su aporte social a la empresa y a sus trabajadores,Preno respaldo merece....Los demas, juicio moral y publico por estafadores

Anónimo dijo...

Como funcionario actual de CAVIM y que he presenciado pasar varias administraciones desde el año 2000, puedo decir sin reservas que el Gral. Ochoa tenia la mejor intención de hacerlo bien en sus comienzos y de hecho se experimentaron cambios significativos a nivel de beneficios laborales al personal, sin embargo, y en honor a la verdad, había debilidades en su control hacia sus “asesores y colaboradores” cercanos, el asunto de los beneficios y prevendas-poderes que tenían sus sobrinos son una verdad innegable, y de allí remítanse a las propiedades que estos puedan tener en su nombre o de testaferros en ese periodo, al igual que los que puedan tener el Tcnel. Guerra, Cap. Hércules Bello (Gerente de Compras), Cap. Nieto, que al salir de Cavim la mayoría pidió la baja de inmediato y quienes de manera obvia mostraban un nivel de vida muy fuera de la realidad de sus salarios. La disyuntiva es: si el Gral. Ochoa desconocía el saqueo que hacían sus colaboradores, eso lamentablemente no lo exime de responsabilidades...así es la ley.

Independientemente de todo esto, CAVIM sigue siendo una laguna de Dólares (por cierto, adquiridos directamente al BCV sin pasar por Cadivi/Sitme por ser empresa del Estado) Bolívares Fuertes que todo militar anhela dirigir sin dejar asesorarse por profesionales Gerentes que puedan darle herramientas para manejar el negocio como toda empresa que genere dividendos, ya que no es un secreto que es un “premio” para cualquier militar que caiga transferido allí…y si es en la sede central de Caracas, mejor porque allí es donde se maneja el dinero a mayor escala…!

Actualmente, la fiesta de dilapidación de los dólares sigue sin parada…!, viajes a Rusia, China, Irán y comisiones a repartir entre el clan de Directivos (desde el Presidente de Cavim y Gerentes de Área y compañía) también sigue su curso sin que ninguna contraloría ponga coto a esto. La cosa es tan descarada, que cada vez que llega una nueva administración, se acercan los “ofertantes de comisiones” y se reúnen con los nuevos para “cantarle la cartilla de cómo es que se bate el cobre en el negocio de la venta de explosivos/armas/municiones” , después de allí …lo demás es historia….la verdad que el poder de convencimiento que tienen estos elementos es increíble, porque después de mostrarle los números que se manejan, todas las buenas intenciones de cambiar la compañía con que llegan y acabar los vicios se extingue, todo sigue como un procedimiento de rutina….Ojala que alguien en la contraloría de las FAN tenga las “bolas y pantalones“ de algún día hacer una investigación seria del tema y sacar “con los ganchos puestos” a unos cuantos allí…. Y mejor aun, sacarlos en prensa para que se vea que la justicia esta despertando porque simplemente a los efectivos militares que salen con los bolsillos llenos, simplemente los cambian a otras unidades de las FAN y después de allí se olvida todo y empieza de nuevo el ciclo perverso con los nuevos que pongan allí, en fin un circulo vicioso que beneficia a pocos y perjudica a esta industria tan querida por sus trabajadores.

Mientras tanto, la infraestructura de (Maracay y Morón) que alguna vez fue modelo de modernidad, cada día es más obsoleta, abandonada y no se destina el dinero de mantenimiento mayor o peor aun, se cierran fuentes de producción para subcontratarlas con empresas privadas con la excusa de adquirir un “know how” que amparados con contratos leoninos… nunca llega.